martes, 16 de mayo de 2017

UN TRINA DE LIMÓN Y UN POCO MÁS DE QUIMIO, POR FAVOR

Catalogo a los bares y restaurantes en función de su disponibilidad de esta bebida con sabor ácido y refrescante pero sin burbujas. Un buen sitio es aquel que tiene Trina. El de toda la vida, el de siempre. Nesteas y Aquarius se han convertido en grandes competidores pero, donde esté un Trina de limón bien fresquito…. El caso es que parece que no está de moda, que es algo arcaico, tradicional y cuesta encontrarlo.


Quizás, siendo también tradicional, lo esperable en un paciente oncológico al terminar su quimioterapia es que se sienta feliz y aliviado. Es el tipo de respuesta emocional más habitual. Pues creo que vuelvo a salirme de la norma. Yo lo que quiero es que me pongan más quimio.


Y así se lo pedí a mi oncólogo, cual yonqui ansiando un chute. “¿Pero seguro que no me puedes poner un poco más?” Tampoco sirvieron los ojitos de gatito perdido en el bosque que le puse. Terminábamos con la quimio y debíamos empezar a preparar la cirugía.

Es como si hubiera conseguido control y estabilidad dentro de este horrible tratamiento. Tenía ya dominadas las fases. La primera semana era la más complicada, con los síntomas. Luego venía otra de estar alerta por la dichosa neutropenia. Sin embargo, encerrarme en casa parecía la solución para evitar posibles infecciones; no había vuelto a necesitar ingreso. Y, por último, la semana de vida normal, aquella en la que me esforzaba por hacer todo lo que se quedaba pendiente en los días anteriores. Lo tenía controlado, era mi rutina. Había entrado en una zona de confort, como dice mi amiga Cris, y costaba salir de ella. “¡Qué jodida es la incertidumbre que hace que nos sintamos seguros en una quimioterapia!



Además, aunque poco, la quimio estaba haciendo algo de efecto. El tumor se había reducido un poquito. Sé que no lo deseable. Y que existen protocolos. Pero… ¿¡los protocolos no están para violarlos?!

Sí que es cierto que al principio de todo tuve la sensación de invasión de alien en mi teta. Solo deseaba que me lo quitaran pronto. Mejor si era YA. Después te acostumbras. Hemos llegado a una convivencia pacífica. Si no creces ni molestas, aquí paz y después gloria. No tengo necesidad imperiosa de quitarlo como muchos me habéis preguntado.

Así que no es más que eso, miedo. El miedo que provoca la incertidumbre. Terminar con la quimio supone que vuelvo a perder el control. Agotado y neutropénico control. Comienza de nuevo la sensación de vértigo al mirar a lo desconocido, la cirugía.


Quise estudiar medicina a pesar de que desde pequeña me aterraban la sangre y las agujas. Desvanecía cuando tenían que hacerme una simple analítica. Superé mi fobia a la sangre y sus derivados por imposición. No quedaba otra…

Ese miedo se ha despertado al imaginarme trozo de carne trinchado en la mesa de quirófano. Bisturí, agujas, drenajes, suturas y ese frío interno que me recuerda a las prácticas de cirugía donde todos mis compañeros alucinaban por poder sujetar tejidos o pasar las pinzas.

Pienso en la intervención, me imagino intubada, en cómo confiaré mi cuerpo para que puedan curarme. En la cicatriz y los tubos que me pondrán para que no se produzcan colecciones de sangre. En el vendaje, en las curas. En el posible dolor. En la limitación funcional del brazo y la rehabilitación.  En el impacto visual que genere en mí. Me hablan de mutilación y aborrezco ese término. Con una connotación tan peyorativa que aún me siento más cerdo de granja esperando  entrar al matadero.

Prefiero pensar que necesito una sustitución de teta. Está enferma y me la cambiarán por otra. Bromeo diciendo que tengo la teta pocha y que necesito un cambio como cuando se te rompe el parachoques del coche. Es igualmente una comparación frívola, pero menos sanguinolenta.



Ayer pude paliar algo mi incertidumbre. Me visitó por primera vez el cirujano. Un hombre atento y tranquilo. Me cautivó la seguridad con la que me explicaba. Finalmente me harán una mastectomía radical con linfadenectomía axilar. Es un tipo de intervención en el que se extirpa toda la mama, a diferencia de la cuadrantectomía donde lo que se quita es el cuadrante en el que se localiza el tumor, o la tumorectomía, que es la extirpación únicamente del tumor (con márgenes de seguridad). La linfadenectomía consiste en la extracción de los ganglios linfáticos, en este caso, de la zona de la axila.


Son muchos los que me dicen que lo peor ya lo he pasado con la quimio. No soy capaz de verlo todavía. Entro de puntillas en esta nueva etapa, para mi más tosca y áspera, pero con el convencimiento de que conseguiré adaptarme. Es difícil vaticinar como sucederán las cosas (probablemente me acercara más si dijera imposible.) Por ello recojo las palabras de mi nueva amiga Nuria, que ayer me recordaba que nada en esta vida es seguro al 100%. Ilusa del futuro en el que cada vez intento pensar menos y feliz aprendiz del presente flotando en la incertidumbre. Al fin y cabo, como decía Marisol, la vida es una tómbola.  





14 comentarios:

  1. Tranquila Ana! Has superado una etapa con ejemplo envidiable y ahora con más apoyo que nunca, todo saldrá bien!!! Vamos!!!! 💪💪💪

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Javi!! Esto es carrera de fondo y con vuestra ayuda los obstáculos son mucho más sencillos de superar. Gracias 😘😘😘😘

      Eliminar
  2. Hola Ana! No te preocupes, todo irá bien y pasará pronto. Te aseguro que lo peor ya ha pasado. Ya sabes que cuando está por venir algo malo siempre nos lo imaginábamos peor de lo que realmente es. Son las dobleces de nuestro enrevesado cerebro.. de la misma manera que yo un año y pico después de terminar la químico cada vez son más los miedos que me acechan de que la maldita enfermedad aparezca por cualquier otra parte del cuerpo...Animo y pá lante que no va ser nada y cuanto antes pase mejor. Te lo digo yo que tuve que pasar por 3 cirugías( tumorectomia, ampliación de márgenes y por último una mastectomia). Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias por tu comentario Helen! Nuestro cerebro muchas veces nos juega malas pasadas como bien dices. A por lo que venga!! Un abrazo bien grande!

      Eliminar
  3. Hola Ana te sigo desde hace poco. yo estoy operada de cancer de mama concretamente el 29 de agosto del 2016. Me hicieron una masectomia radical y linfodectomia tambien . Tenia mucho miedo pero todo salio muy bien, cada paso que das o mejor dicho cada cosa no tiene nada que ver con la otra lo importante es la actitud para la recuperación. Es verdad que lo peor ya lo has pasado que es la quimio.
    Mucho Animo .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuánto te lo agradezco, Silvia. Como dices, me doy cuenta de que cada etapa es totalmente diferente a la anterior. Uff.. pues a seguir avanzando. Te mando un gran abrazo. Muchas gracias 😘😘

      Eliminar
  4. Hola Ana te sigo desde hace poco. yo estoy operada de cancer de mama concretamente el 29 de agosto del 2016. Me hicieron una masectomia radical y linfodectomia tambien . Tenia mucho miedo pero todo salio muy bien, cada paso que das o mejor dicho cada cosa no tiene nada que ver con la otra lo importante es la actitud para la recuperación. Es verdad que lo peor ya lo has pasado que es la quimio.
    Mucho Animo .

    ResponderEliminar
  5. ¡Muchísimos ánimos!
    Mi suegra acaba de terminar la quimioterapia y radioterapia adyuvante tras la cirugía. Hay un final del tratamiento y verás lo fácil que te acostumbras a que todas las semanas sean buenas.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué ganas de llegar a eso! a que todas las semanas sean buenas 😊😊 Muchas gracias por los ánimos!!Un abrazo!

      Eliminar
  6. hOLA:Ana acabo de leer tu paquina,me quedo sin palabras,de ver lo valiente que heres,sigue asi,que todo saldra muy bien:un beso muy fuerte:

    ResponderEliminar
  7. Ánimo! Ya pasó una etapa,para mi fue la peor,pero no todas somos iguales. Está asumido y el toro por los cuernos.... Ahora será solo de otra manera y podrás con ella. Pasito a pasito ,operación,radio y supongo que inhibidores hormonales.
    Me gusta mucho leerte y lo cuentas tan bien. Me hizo mucha gracia lo del olvido ja.ja...yo apuntaba todo,hasta en el oncólogo para despues leerlo y que no se me pasara nada ,pero lo peor y lo más gracioso fue que me dio por pasar a limpio un libro de recetas de cocina,pasaron los meses hasta que me di cuenta que no habia copiado una bien,a unas le faltaban ingredientes y a otras las cantidades mal puestas. Se me olvido hasta firmar,pero lo supe llevar con humor y me reía de mi misma
    Te deseo todo lo mejor y una buena dosis de paciencia,todo pasa. Un beso fuerte

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias por tu comentario! La verdad es que lo de los olvidos es digno de escribir un diario. De momento está gracioso! Ya veremos luego :P
      Como dices, pasito a pasito y a ir cumpliendo etapas. Ahora cada vez más mentalizada para lo que viene.
      Te agradezco mucho que me leas. Un abrazo muy fuerte

      Eliminar
  8. Te deseo mucha fuerza en este tramo, me has hecho recordar las palabras de una amiga que me contaba que en la vida la verdadera certeza es "la certeza de la incertidumbre" :-). Un abrazo grandote

    ResponderEliminar

Entradas destacadas