Cada vez hay más literatura
relacionada con el cáncer. Cada vez más especialistas (y no tanto) se afanan en
darnos consejos sobre cómo llevar nuestras vidas, tanto para prevenir la
aparición del puñetero mutante como para aumentar la supervivencia una vez lo
tenemos instalado de inquilino.
Mis estanterías se colman de
libros que, con independencia de fuentes, estudios, vivencias o experimentos
con ratones, comparten el objetivo de dar consejo.
Los que me conocen saben que
cuando hago algo concreto me enfrasco y me dedico a ello como si no hubiera un
mañana. Si me da por pintar, puedo estar días sólo con el pincel en mano. ¿Que
lo que me apetece es la repostería? Los cebo a todos de galletas y bizcochos
(algunos reconzco que incomibles, que aún no le tengo cogido el punto al sugarfree). ¿Que lo que interesa es
encontrar el mejor sujetador uniteta? Quemo internet con páginas de sostenes o,
mejor dicho, camisas de fuerza, porque no parecen otra cosa.
Yo creo que un poco de
mindfulness hay en todo esto, sin que los grandes popes se ofendan por ello. Al
fin y al cabo, salía hasta en un anuncio de coches, ¿no? Cuando conduzcas,
conduce. ¡O algo así!
Ahora estaba más centrada en el tema de la alimentación, algo que
me ha interesado desde el principio, pero que ya le tocaba el turno de
convertirse en objeto de deseo de mi atención.
Me da risa, quizás con tintes de admiración porque para mí es
actualmente inalcanzable, cuando leo conceptos como mujer integral o mujer
holística, que apartando el punto machista que tiene implícito, puede que el
trasfondo sea bueno.
Holístico viene de holismo, que según la RAE es la doctrina que propugna la concepción de cada
realidad como un todo distinto de la suma de las partes que lo componen. Esto
supone que las propiedades de un sistema (o lo que sea), no se pueden explicar simplemente
como la suma de sus componentes, sino por cómo trabaja el sistema completo, en
conjunto.
Esto en medicina es máxima de ciertas especialidades. Tener en
cuenta la persona como un todo, integrando los aspectos físicos, psicológicos,
sociales y espirituales. Es lo que me fascinaba de mi especialidad. No trabajar
sólo con algunas piezas del puzzle sino con todas al completo, aunque no
estuvieran siempre ordenadas.
Me encantaría ser, no una mujer, sino una persona holística, que
encuentra el equilibrio de todas sus partes y que conforma su puzzle con las
mejores piezas. Pero en este momento me está resultando difícil.
Quiero que mi vida sea un fluir de hábitos saludables y de
bienestar, pero hasta ahora no he conseguido más que meter todo casi con calzador.
Aliméntante bien, olvídate de esto o de aquello, introduce más esto otro. Haz
más deporte. No renuncies a descansar. Queda con amigos. Cuida a tu familia.
Quiérete. Medita. Busca momentos de felicidad. Pásate a productos libres de
tóxicos. Compra más fruta y verdura, a ver de qué sitio. Vigila tu brazo, vaya a ser que se hinche. No quieres tener linfedema. Mantén orden en la
casa. La felicidad viene con el orden. Pero descansa, que te lo pide el cuerpo.
Con todo esto lo que me viene a la cabeza es la prueba que te pasan
cuando vas a renovar el carné de conducir. Ésta que es con una máquina en la
que conduces con dos palancas manuales por dos carriles con una barra o puntito que quiere ser coche
y que debes intentar que no toque los bordes. Se acerca el de la izquierda a la derecha, ¡rápido! desplázalo a la izquierda para que no pite. Pero ¡¡uff!!, has dejado de mirar a la derecha ¡NO! ¡¡¡izquierdaaaa!!! No sé cómo se os dará a vosotros pero yo me
sigo preguntando cómo conseguí renovar.
Pues imaginaros todo esto no con dos carriles verticales sino en un tetraedro a
modo de laberinto y con diferentes direcciones.
Mi chico me dice que el problema es querer hacer todos los cambios
a la vez. No veáis el coñazo que le doy con todo esto. No sé cómo me soporta. Pero…
¿cómo no querer hacer todo lo posible, todo lo que esté en mi mano para que no
vuelva a aparecer?
Leo emocionada la felicidad que desprenden muchas compañeras
cuando finalizan tratamientos. Yo ya he llevado quimioterapia y me han quitado
la mama y los ganglios de la axila, que es donde estaba. Pero… ¿quién me asegura a
mí que no ha quedado alguna célula por ahí suelta? Ni el más preciado oncólogo
podría hacerlo en esta fase de mi enfermedad (si lo hiciera dejaría de ser
preciado). No quiero difundir miedo; cada caso es diferente, los tiempos son
diferentes… Pero es lo que yo tengo.
No tengo claros los conceptos, pero debe pasar un tiempo para
poder hablar de curación. Parece que es más estiloso (y prudente) hablar de
tiempo libre de enfermedad.
Yo no me atrevo a dar consejos. Solo quiero contar cómo lo estoy viviendo.
Soy consciente de que hay cosas que no puedo cambiar. Pero estoy convencida de
que si mejoro mi terreno, con cariño, delicadeza y utilizando abono, es más
probable que coseche buenos frutos. Las plagas de bichos pueden venir. Los insecticidas
y repelentes me los han dado. Estos son fáciles de conseguir. Pero el terreno,
nuestro terreno es único y sólo depende de cada uno de nosotros. Quizás el
motor del cambio en este momento para mí sea el MIEDO. Aprender a vivir con él,
mitigándolo, imagino que será cuestión de tiempo.
Hola, mi nombre es Joselynne, tengo 21 años y recien fui diagnosticada con cáncer de mama. El afectado fue mi seno derecho que el 31 de agosto se irá. Lo mio es un tumor raro, phyllodes se llama. He pasado por 2 tumorectomias que no me preocupaban, pues los doctores decian que eran benignos, por mi edad y por parecer dificil de creer. El 1 de agosto tuve la noticia de que enfrentaría esta batalla, ese día toda mi familia se reunío, yo estaba en recuperación de mi segunda cirugía, había sentimientos encontrados en mi, me sentía bien que estuvieran todos en mi recamara visitandome y dandome su apoyo, pero a la vez, sentía que estaban ahí por que creían que moriría y en mi mente decía, esperen, no me voy a morir. Hace 15 días apenas que enfrento mi realidad contra el cáncer y puedo decir que hasta ahora no puede conmigo, a pesar de que el tumor es más terco que yo y salio de nuevo. Sólo me queda esperar mi mastectomia. Te he leído y me has inspirado y quisiera escribir como tu, sé que soy más joven pero siento que mis fuerzas son las mismas que tu y sentirme identificada con alguien que pasa lo mismo que yo me hace motivarme más. Te mando las mejores vibras y bendiciones. Somos unas guerreras que venceran al cáncer.
ResponderEliminarHola Joselynne! Disculpa la tardanza en responder.
EliminarEstoy convencida de que mantendrás tu fortaleza durante todo el proceso. Pero recuerda que el camino es largo y que puedes permitirte tener días buenos, regulares y malos. Siempre lo he dicho. Esto no es una carrera de velocidad, sino una de fondo. Te mando también las mejores vibras y bendiciones. Un abrazo enorme