viernes, 9 de junio de 2017

HOY PONGO PUNTO Y FINAL


De siempre he sido muy “rumiante”. Cuando algo me preocupa lo analizo una y otra vez, desde diferentes puntos de vista, elucubrando sobre posibles y enrevesados desenlaces. La mayoría de veces estos pensamientos rumiativos no me han llevado a más que aumentar mi preocupación o angustia. La rumiación es una forma desadaptativa de autorreflexión.

Durante mi proceso de enfermedad la escritura me ha servido (y lo sigue haciendo) para organizar ideas, liberar emociones y zanjar temas que rondan en modo rumiante por mi cabeza. Hoy necesito poner fin a uno de esos pensamientos que tanto me angustian.

Como algunos ya sabéis tardé en decir que me notaba un bulto en la mama. La primera vez que lo palpé fue en verano del año pasado. Era pequeño. No me llamó la atención. Pensé que podía formar parte de la propia glándula mamaria y tal y como concluí en ese momento desapareció de mi mente por muchos meses. No había generado una preocupación y fue algo que decidí (de manera involuntaria) borrar. Había dejado de existir.

Ya adentrado el otoño recuerdo que volvió a hacerse presente. No lo buscaba, pero era de un tamaño considerable y simplemente enjabonándome se hacía evidente.

Al tocarlo se paraba el pensamiento. Era como si todas las autopistas cerebrales se paralizaran por completo durante unos segundos. Me bloqueaba y al poco volvía, como quien despierta de un sueño, y continuaba con el pensamiento anterior, aquel que no tenía nada que ver con lo que estaba ocurriendo.

Esta circunstancia tuvo que repetirse unas cuantas veces hasta que generó duda. Quizás fuera algo a estudiar pero… ¡Qué va! Se trataría de algún quiste raro o un fibroadenoma (una tumoración benigna) y tener que decirlo supondría hacer pruebas, posiblemente pedir horas en el trabajo,… Era tan grande que tendrían que quitarlo, o al menos biopsiarlo. ¿Y a quién se lo diría? A algún compi, de pasillo, como total no iba a ser nada…  Uff! Eran demasiadas cosas y lo dejaba estar. Volvía a apartarlo.

Mi chico es médico de familia como yo. Una tarde, como quién dice de ir al cine, le comenté que me había notado algo en la mama y que quizás estaría bien que algún día me explorara. No lo había meditado antes. Directamente me salió (muchas veces hablo sin pensar - algo que para ciertas cosas no es del todo práctico).

Fue él quien me solicitó la ecografía. Mi caballero andante, con bata blanca y sin caballo. No sé si era la idea que tenía Don Quijote pero en mi corazón se ganó el título.


Después ya vino todo.

Han sido tantas las veces que me he preguntado por qué no lo dije antes… Tantos los lamentos y tantos los reproches… Tantas lágrimas gastadas de arrepentimiento…

Si lo hubiera dicho antes probablemente no sería tan grande o no habría llegado a los ganglios de axila. Quizás no tendrían que hacerme una mastectomía radical y me hubiera quedado con un cuadrantectomía o una preciada tumorectomía. Si lo hubiera dicho antes quizás mi riesgo de desarrollar metástasis fuera menor. Si lo hubiera dicho antes…

Ese “y si” oprime. Pesa. Corta la respiración y abofetea: TENIAS QUE HABERLO DICHO ANTES.

Imagino que no lo dije por miedo. Inicialmente un miedo inconsciente. Qué curiosa la mente que escapa ávida muchas veces de nuestra voluntad. Me arrepiento. Pero ahora no puedo hacer nada por cambiarlo. Lo que hubiera ocurrido no lo voy a saber nunca. Tengo que aprender a vivir con ello.

Hoy, con este escrito, decido poner fin a este arrepentimiento. Como si se tratara de una partida de póker, estas son las cartas que tengo y con ellas juego.



5 comentarios:

  1. Es tan importante lo que acabas de hacer...Es duro, es honesto y muy valioso para los demás y para ti.
    Te deseo de corazón que ese virus mental de la culpa ante lo ya inevitable muera con un click, pero si no lo hace que tus palabras sean leídas por muchos. Si una sola persona consulta antes ante la duda por haberte leído,le habrás un regalo de incalculable valor.
    ¡Ánimo!

    ResponderEliminar
  2. Grandísimo post! Vamossssss 💪💪💪

    ResponderEliminar
  3. Hola Ana. Juega tus cartas; no hace falta que les des la vuelta para saber que tienes a tu alrededor cartas vencedoras: una familia de ases, puros corazones. Si puedes y te apetece, lee este cuento " Así es la vida"; creo que te va a gustar:http://maestranainfantil.blogspot.com.es/2012/06/cuento-asi-es-la-vida.html?m=1
    Un abrazo. Mabel

    ResponderEliminar
  4. Has hecho bien. Mirar hacia delante. Nunca atrás. No sirve. Mira de frente amiga. Mira a la vida. Vas a ganar. Te lo digo yo. Ahora estoy a tu lado. Mucho ánimo amor y besos. Yo también firmo siempre mis frases a veces "con una sonrisa ��". No la perdamos nunca ��������❤❤

    ResponderEliminar
  5. Hola Ana me siento identifi cada con lo que has escrito yo por desgracia hice los mismo que tu no le di importancia por miedo. Pero bueno eso no lo podemos cambiar. Ahora ha mirar para delante. Como ya te comente anteriormente estate tranquila que ya veras como todo te va a ir muy bien. Mucho animo. Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar

Entradas destacadas